ZYGMUNT BAUMAN Y JOHN BERGER
IN MEMORIAM
He comenzado 2017 como más me gusta,
encadenado a la mesa de dibujo y las teclas del Nord.
Esta va a ser una semana llena de anuncios y sorpresas.
Pero antes de empezar con eso
quería que mis dos primeras ilustraciones del año
sirviesen para recordar a dos gigantes
del pensamiento que hemos perdido
estas dos primeras semanas del 2017.
John Berger y Zygmunt Bauman.
Ambos dos me han marcado profundamente.
Forjando mi personalidad a través de sus textos.
Berger marco mi primera estancia Londinense.
Durante la realización del master en el Camberwell,
fueron sus libros y sus entrevistas
las que me obligaron a mirar más allá.
A no pasar por lo que te toca vivir
sin reflexionar, sin pararse a pensar...
Y no pude evitar dedicarle uno de los
“Silueta en busca de autor”
que hacía para el Norte de Castilla.
Recupero el texto aquí:
Es curioso como cuando dejas de buscar,
encuentras lo que necesitas.
Fue hace unos días, me había refugiado
en las páginas de “El tamaño de una bolsa”
de John Berger. El escritor londinense
comenzaba aquel capitulo con una descripción
del “infierno” de El Bosco.
Hablaba de la globalización y hacia un paralelismo
con el “conjunto del espacio del infierno”
que pintó el neerlandés.
Y nada más leerlo me di cuenta que había encontrado
las palabras para aquella sensación
que no me dejaba descansar.
Como cualquier gran avance, la globalización,
generó ciertos aspectos negativos
que con la actual realidad online
se han hecho más fuertes.
Berger encontró las palabras:
“Es un espacio sin horizonte.
Tampoco hay continuidad entre las acciones,
ni pausas, ni senderos, ni pautas,
ni pasado ni futuro.
Sólo vemos el clamor de un presente
desigual y fragmentario.
Está lleno de sorpresas y sensaciones,
pero no aparecen por ningún lado
las consecuencias o los resultados
de las mismas.
Nada fluye libremente: sólo hay interrupciones.
Lo que vemos es una especie de delirio espacial.”
Bauman es uno de los pilares
de uno de los proyectos que podré anunciar
en las próximas semanas.
Su forma de vivir a través de los siglos XX y XXI
son una demostración de lo que el ser humano
es capaz de ser.
Un hombre que ha vivido todas las revoluciones
que ha forjado nuestra actual sociedad
y ha sido capaz de mantenerse siempre
varios pasos por delante, avisando
del infierno al que nos dirigíamos.
Incluso invento un termino que acabaría
encajando perfectamente con
la sociedad que vivimos: la modernidad liquida.
Dos pensadores que se han mantenido
en la verdadera vanguardia toda su vida.
Dos enormes perdidas en la lucha contra
la ignorancia y nuestro descenso a los infiernos.
In memoriam.
encadenado a la mesa de dibujo y las teclas del Nord.
Esta va a ser una semana llena de anuncios y sorpresas.
Pero antes de empezar con eso
quería que mis dos primeras ilustraciones del año
sirviesen para recordar a dos gigantes
del pensamiento que hemos perdido
estas dos primeras semanas del 2017.
John Berger y Zygmunt Bauman.
Ambos dos me han marcado profundamente.
Forjando mi personalidad a través de sus textos.
Berger marco mi primera estancia Londinense.
Durante la realización del master en el Camberwell,
fueron sus libros y sus entrevistas
las que me obligaron a mirar más allá.
A no pasar por lo que te toca vivir
sin reflexionar, sin pararse a pensar...
Y no pude evitar dedicarle uno de los
“Silueta en busca de autor”
que hacía para el Norte de Castilla.
Recupero el texto aquí:
Es curioso como cuando dejas de buscar,
encuentras lo que necesitas.
Fue hace unos días, me había refugiado
en las páginas de “El tamaño de una bolsa”
de John Berger. El escritor londinense
comenzaba aquel capitulo con una descripción
del “infierno” de El Bosco.
Hablaba de la globalización y hacia un paralelismo
con el “conjunto del espacio del infierno”
que pintó el neerlandés.
Y nada más leerlo me di cuenta que había encontrado
las palabras para aquella sensación
que no me dejaba descansar.
Como cualquier gran avance, la globalización,
generó ciertos aspectos negativos
que con la actual realidad online
se han hecho más fuertes.
Berger encontró las palabras:
“Es un espacio sin horizonte.
Tampoco hay continuidad entre las acciones,
ni pausas, ni senderos, ni pautas,
ni pasado ni futuro.
Sólo vemos el clamor de un presente
desigual y fragmentario.
Está lleno de sorpresas y sensaciones,
pero no aparecen por ningún lado
las consecuencias o los resultados
de las mismas.
Nada fluye libremente: sólo hay interrupciones.
Lo que vemos es una especie de delirio espacial.”
Bauman es uno de los pilares
de uno de los proyectos que podré anunciar
en las próximas semanas.
Su forma de vivir a través de los siglos XX y XXI
son una demostración de lo que el ser humano
es capaz de ser.
Un hombre que ha vivido todas las revoluciones
que ha forjado nuestra actual sociedad
y ha sido capaz de mantenerse siempre
varios pasos por delante, avisando
del infierno al que nos dirigíamos.
Incluso invento un termino que acabaría
encajando perfectamente con
la sociedad que vivimos: la modernidad liquida.
Dos pensadores que se han mantenido
en la verdadera vanguardia toda su vida.
Dos enormes perdidas en la lucha contra
la ignorancia y nuestro descenso a los infiernos.
In memoriam.
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